lunes, 27 de febrero de 2012

Republic of Rome
El Republic of Rome es un juego clásico de Avalon Hill, recientemente reeditado por Valley Games, que tiene como objetivo simular el funcionamiento del Senado romano en la época anterior al Imperio. Los mecanismos de toma de decisiones y cómo éstas afectan al desarrollo de los acontecimientos está simulado con gran exactitud histórica. Ésto lo convierte en un juego ideal para conocer -de primera mano- los entresijos políticos que llevaron a la clase dirigente romana a dar forma a lo que más tarde se convertiría en el Imperio Romano.
El juego no es una simulación militar, aunque incluye mecanismos para derrotar a los enemigos de Roma en el campo de batalla, sino una simulación política, lo que hace de él un juego atemporal y permanentemente de actualidad, puesto que lo que realmente simularemos es el inicio de un sistema político precursor en muchos aspectos del que ahora tenemos en Occidente.
Cada jugador controla una facción (o partido político, en términos actuales) y tiene como objetivo que uno de sus senadores sea el más influyente del Senado. Pero además todos los jugadores tienen como objetivo común el bien de Roma, o dicho de otra manera, su supervivencia frente a galos, macedonios o cartagineses. Éste último aspecto convierte al Republic of Rome en un juego cooperativo además de competitivo: si Roma cae, todos los jugadores pierden.
La parte central del juego es la fase de Senado, momento en que los jugadores se hallan reunidos en el edificio que vemos aquí, y que ofrece total libertad para llegar a acuerdos, distribuir concesiones o enviar a un senador a gobernar provincias recién conquistadas.
Las finanzas de Roma, y las de cada jugador, también tienen un papel importante en el juego, quedando representados aspectos tales como la clase rica de los equites (caballeros), la promoción de espectáculos circenses o la posibilidad de bancarrota de la República, con la consiguiente derrota de todos los jugadores.
Pero más allá de las mecánicas del juego, que tardan un turno o dos en ser asimiladas, lo que hace éste juego grande es el uso de recursos como el cinismo, la demagogia, la corrupción o la traición, tan nuestros todos ellos que ayudan a que este juego sea tan actual.

Antes de acabar, quiero comentar una vía alternativa para ganar la partida: Cuando un senador, como el que vemos aquí al lado, es enviado junto a las legiones de Roma a derrotar a un enemigo, tiene la obligación para con la República de devolver las legiones de nuevo al Senado. Si decide no hacerlo, se convierte en un nuevo enemigo de Roma contra el cual el Senado enviará más legiones. Si el senador rebelde resultara victorioso, ganaría la partida. Para intentar éste camino a la victoria, hay que recordar una cosa: tan sólo hay que cruzar el Rvbicón.

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